Nos acercamos hoy a las pianistas Cristina Lucio-Villegas y Laura Sánchez, integrantes del Dúo Scarbó, una formación que ya cosechó grandes éxitos en su primera etapa (con las intérpretes Laura Sánchez y Elena Hammel), de 2000 a 2011. Cristina y Laura se conocieron en 2014 y se presentaron como dúo en 2015 estrenando en España la Sexta Sinfonía de Mahler en su versión para piano a cuatro manos de A. v. Zemlinsky, dentro de la II Edición del Festival “Clásica x contemporáneos” dirigido por Xavier Güell. Es cuando decidieron dar vida de nuevo al Dúo Scarbó y retomar con él la ilusión, el compromiso, la seriedad y la calidad artística en el trabajo, cualidades que siempre han caracterizado a esta agrupación.
¿Os ha resultado difícil retomar la actividad del dúo en esta nueva formación, después de una larga trayectoria de éxitos?
[Laura]: A nivel interpretativo ha sido fácil. Desde el primer momento que empecé a trabajar con Cristina sentí con ella una conexión a nivel profesional muy interesante y altamente gratificante. Nos entendemos estupendamente (también a nivel personal, que no es menos importante), y ambas estamos poniendo todo de nuestra parte para que esto siga funcionando. Otro asunto es a nivel laboral: empezamos con mucha fuerza presentando al nuevo dúo en el Festival Coma 2018, con un interesante programa que incluía estrenos absolutos, alguno de ellos ya dedicado a nosotras, y mantuvimos este programa en algún concierto del año siguiente. Pero, desgraciadamente, nuestros nuevos proyectos para 2020 se vieron suspendidos por la pandemia. Después de este parón, sufrido por otros muchos compañeros músicos, esperamos que este año que empezamos nos dé el empujón que deseamos para volver a la normalidad. Y por el momento no hemos empezado mal.
Eso significa que tenéis nuevos proyectos, ¿podéis avanzarnos algo?
[Cristina]: Sí, estamos inmersas en un programa en torno a la música de Astor Piazzolla, ya que en 2021 se celebra el centenario de su nacimiento. Lo presentaremos el viernes 7 de mayo en la Fundación Carlos de Amberes de Madrid.
Se trata de versiones para piano a cuatro manos de algunas de las obras más emblemáticas de este compositor (Adiós Nonino, dos Estaciones porteñas, Libertango) junto a otras no tan conocidas como la impresionante Historia del Tango, que es un conjunto de cuatro piezas que describen la historia del género, a ojos de Piazzolla, desde 1900 a 1986, fecha de composición de la obra.
A esto le unimos un par de piezas de otros compositores que tienen relevancia en su vida musical, como son Gershwin y Stravinsky, y comenzamos el concierto haciendo un guiño a su infancia, con una pieza de Carlos Gardel, a quien Astor conoció siendo aún un niño.
[Laura]: Estamos muy ilusionadas con este repertorio y convencidas de que va a
gustar muchísimo.
Según nos vais contando y hemos visto en vuestro repertorio, abarcáis un gran número de estilos musicales, desde la música clásica más tradicional a la contemporánea, pasando en este caso por otro género tan particular como es el tango. ¿Os identificáis más con algún tipo de repertorio en concreto, de entre todos ellos?
[Laura]: En realidad no. Yo diría que nos identificamos más con alguna obra en concreto, sea del estilo que sea. En todos los períodos musicales hay verdaderas joyas de las que te enamoras. Algunas son amor a primera vista, a otras aprendes a quererlas cuando las conoces y las tocas. Y luego está el tema de las versiones, claro. Afortunadamente hay en el mercado muy buenas transcripciones de obras que no fueron concebidas para la formación de dúo pianístico, y gracias a ellas podemos tanto disfrutarlas como intérpretes como darlas a conocer al público.
[Cristina]: Es cierto, cuanto más profundizas en el trabajo de una pieza, mejor la conoces y la valoras. Esto ocurre de forma inmediata con repertorios de músicas a las que todos nos hemos acercado en mayor o menor medida durante nuestro aprendizaje musical. Para la música de finales del s. XX o del XXI, periodos hacia los que puede que nos falte perspectiva a la hora de apreciarlos en su justa medida, tenemos la ventaja de contar en muchos casos con los compositores vivos, imprescindibles y muy valiosos en ese complejo proceso de comunicación con el público.
En este momento hay varios dúos de piano actuando a nivel profesional. ¿Con qué os gustaría que identificaran al Dúo Scarbó entre todos ellos?
[Cristina]: Jaja, buena pregunta. Pienso que no hay un único valor con el que se puede distinguir a una formación de otra. Entre esos dúos tenemos a varios compañeros y amigos, y todos tienen cualidades que los hacen diferentes e interesantes. Nosotras siempre buscamos la compenetración con el público: disfrutamos de lo que hacemos y nos encanta transmitirlo y contarlo. En nuestros conciertos siempre tratamos de darnos a conocer no sólo interpretando al instrumento, sino también dirigiéndonos personalmente al público, para hacer más cercano y accesible el momento y el programa que van a escuchar.
[Laura, entre risas]: Bueno, yo también diría que somos simpáticas, jaja. Hablando en serio, coincido plenamente con lo que dice Cristina. Además, he de añadir que somos muy serias trabajando, muy comprometidas con lo que hacemos y buscamos siempre la más alta calidad interpretativa. Lo demás es cuestión de empatía: uno se identifica más con un músico que con otro porque de alguna manera le está comunicando algo de forma más personal y cercana a su modo de sentir. Eso no se puede programar. A mí me encantó el comentario de un periodista hace un tiempo, que decía: “este dúo levanta las pasiones de los melómanos allá por donde va…”. Ojalá que esto siga ocurriendo en un futuro, en todas nuestras actuaciones.
